Proceso Grupal

El filo de la-Lengua

Rafael Antonio Flores

Los cortes que dicen quien soy; los cortes son las palabras, mis palabras dirigidas a los demás, sus respuestas apuntando a mi.

Los cortes narran los límites y las pérdidas, a través de ellos descubro quién soy, pues el oscuro mecanismo persecutorio de los demás ahora funciona en mí. De tal forma que devela mi aspecto y me muestra frente al espejo; me veo completo, desnudo, puro.

Los cortes dicen quien soy, porque efectivamente, al cortarme y delimitar mi espacio, ser y existencia, es donde reconozco a alguien que no soy yo, estos cortes son a través de las miradas, los olvidos, las palabras, el lenguaje, el silencio, la presencia, la ausencia.

Y esos otros conforman el espejo donde yo me veo, solo a través de los cortes podré verme y aprehenderme, de ahí que cuando se corta al otro, el reflejo limpio del lago de cristal se vuelve turbio, y no me hallo, entonces no encuentro mi ser anterior, me cristalizo y me rompo, la ausencia del otro me mata, esa, es la nada.

Y todo lo que sirvió para construir mi imagen en relación y vínculo con los demás me asalta violentamente, me corta, me aterra y me habla.

De una u otra forma ese reflejo en el espejo roto, presente o ausente, muestra mi ser segmentado, atravesado con clavos, desbordando los limites, consumiéndose a si mismo.

El espejo de tus ojos muestra el vacío y nada de mi ser.

-Confesiones II-