Proceso Grupal

De cosas mundanas….

Rafa Flores.

Me senté a escribir pues quería hallarme a mí mismo,
donde las palabras superan el límite establecido,
es cuando soy y encuentro un profundo cinismo
que solo lleva por los caminos oscuros y retorcidos.

La existencia misma clama por un creador,
y el escrito indica lo que habla el sujeto,
aquello que reconstruye la vida del escritor
deja una parte que podrá formar “lo completo”.

Cosa que se hará en función de los otros
que serán como espejos,
desvaneciéndose, mientras están rotos,
la vida es un reflejo.

De lo efímero e insípido que es nuestro devenir
estando solos en medio de tanta sociedad.
Donde todos hemos luchado y buscado un buen porvenir
que nos saque de la inmundicia y suciedad.

Humana ha sido nuestra desgracia,
construida para poder perseguirnos,
mientras se erigen otras falacias
que después llegarán a redimirnos.

Pensaba que hablaba de mi mientras escribía,
pero solo enunciaba la empresa humana
que señalaba, perseguía, al final reprimía
y convertía todo mi discurso en cosa vana.

Solo pronunciaba lo que oía y decía, lo que callabas,
por lo cual dicen me entregue a la estulticia,
desenfreno e imprudencia, unas tantas cosas mundanas,
juzgado por la cordura fruto de la avaricia.

Avaricia por espacio y deseo de control,
humana la desgracia que hacemos y llamamos vida,
repetición constante de la primera castración,
compulsión a la repetición, buscando la salida.

Me senté para sentir y escribir, hallarme era el destino,
encontré razones para gritar, otras veces llorar, quizás cortar.
Hablarme, verme, a veces solo es uno de los tantos caminos,
para entender que soy, cada vez que te vuelvo a traspasar.